viernes, enero 04, 2008


Voy por tu cuerpo

con la avidez

gozosa

de un lobo que demarca

su nuevo territorio,

preciso tu latido,

tu miel,

tu levadura,

el tacto que me brinda

paraísos contrarios.

-Tu piel,

con su fragancia

de tierra lloviznada,

transpira como un niño

que juega entre la niebla-.

Con manos

como olas,

con labios

como insectos,

con el abrasado viento

de mínimas palabras

me aferro

a tus costados,

deambulo

por tu cuerpo,

convoco en tus fronteras

el solapado fuego.

Y, así,voy de toque a beso,

de humedad a silencio

te creces en ternura,

te viertes

en codicia,

aprendo de tus manos

mi resplandor más hondo,

y bebo

en tu saliva

mis sales y mi aroma.

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