domingo, enero 06, 2008

HISTORIA IV - ENOJO


Cuando pasó le pidió permiso y se sentó en una silla y ella en una reposera que tenía una almohada.

El le preguntó si le dolía y comenzó una charla que rozaba la discusión.

Ella aseguraba que el dobló con el semáforo en rojo teniendo ella el derecho de cruzar y él sostenía que el semáforo acababa de dar luz verde por eso siguió sin frenar y dobló.

Ella se paró para tomar agua discutiéndole y el también se paró hablando con voz baja pero firme.

Llegaron a discutir feo y mal, ella nerviosa y el acercándose, ella le dijo en la cara, a pocos centímetros de la cara “SOS UN GORILA” y el sin decir una palabra… la besó, mientras tocaban el timbre de la puerta de calle… era el médico.

El le dijo que se quedara, que él lo atendía y sin dejarla hablar nada, dio la vuelta y salió a abrirle al médico.

Pasaron, ambos venían hablando y el le dijo al médico:

- “pase, haga de cuenta que es su casa” – ella lo escuchaba y quería asesinarlo.

Cuando llegó al living, la encontró en la reposera, se saludaron, ella le explicó que volvía de su trabajo y un RETARDADO MENTAL (haciendo énfasis en las palabras) había doblado con el semáforo en rojo y la había atropellado. El galeno revisó el golpe, recetó una crema y le dio la receta a él… y ella estaba furiosísima. El tenía cara de hasta estar divirtiéndose.

Surgió el tema de cómo maneja la gente y el médico dijo que había muchos inconscientes al volante…y cuando se despedía, ella le dio la mano y el lo acompañó y al darle la mano el médico como un gesto natural le dijo: -“ Dr. Rico, un gusto” y él le contestó: -“ el retardado mental que la atropelló, un gusto”.

-“ Bueno me voy… te compro la crema y vuelvo y mañana te vengo a buscar para ir a sacar las placas al sanatorio”- dijo

Ella contesto un apretado “bueno, chau”.

Al rato sintió el ruido del motor de la moto que ya se le hacía una pesadilla, le trajo el remedio y le tiró un besito a través de la reja y se fue.

“Dios! Que caradurez!

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