domingo, enero 06, 2008

HISTORIA V - AFLOJANDO TENSIONES


Al día siguiente a las 8 de la mañana sintió aquel ruido infernal. Nueva discusión. El pretendía que fueran en moto al sanatorio a sacarse la placa y ella no quería.

El le dijo “mirá piba, yo pedí el día hoy asi que subíte y vamos que no quiero que te pase nada y plata para un taxi no traje”

Ella con su mejor cara de traste, se subió como pudo y el prometió andar despacito y así lo hizo. Llegaron al sanatorio, le hicieron las placas de tórax, se las entregaron y se fueron.

El le dijo que tenía todo el día para ella. Ella no le contestó nada.

La llevó de nuevo a su casa, ella se bajó y puso la llave en la puerta y el le gritó de la moto: “chau morocha!” y arrancó.

Como lo odiaba…

All rato moto infernal otra vez. Se asoma al pasillo y estaba con pantalones cortos, remera, zapatillas y una bolsita de bizcochitos para tomar mate. (este chico era un caradura, pero le encantaba)

- “Me abrís morocha?”

Ella se sonrió. No le quedaba otra. De a poco la estaba haciendo aflojar.

Puso el agua a calentar y charlaron de todo un poco, de sus vidas, de sus trabajos…

El vivía con tres amigos. Los describió y ella no quiso ni conocerlos.

El le decía que era una princesa pobre. Porque era fina, pero no tenía una moneda y ella se moría del dolor de costillas cuando él la hacía reír.

Esa noche en la cama se dijo: “¿esta aventura tenía que vivir yo?” le estaba gustando mucho el….

Mucho.

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