domingo, enero 06, 2008

HISTORIA VII - DECISION

La relación continuó. Un poco menos regulares las visitas, lo que a ella la ponía triste, pero comprendía que era la ley del juego.

Ella se mudó de casa. El le dijo: “que suerte, ahí no me conoce nadie”... (a la vuelta de la casa, vivía una familia que conocía a toda la familia de la mujer)… no podía tener esa mala suerte... era una pesadilla.

El lo mismo seguía yendo. Cada vez más. Hacía verdaderas locuras, como si fuera un adolescente. Una vez fue a verla con su hijo menor. El nene tomó la merienda y todo con los hijos de ella… era una cosa de locos.

Iba a la mañana, a la siesta, a la tarde, a la noche…algo no estaba bien. ¿Cómo podía ser que quisiera estar mas con ella que con su familia?

Ella estaba cansada… y lo más triste es que en gran parte sentía culpa. Culpa de ser la "otra", culpa de no poder decirle "no"...culpa de quererlo tanto...Dios sabía que ella nunca quiso hacerle daño a nadie...

Una mañana se levantó, se asomó al patio, salió a sentir el olor del aire, cerrando los ojos y suspirando hondo…el viento le daba suavecito en la cara...tenía ese olor que traen las mañanas en primavera... Es que ella tenía esa conexión con las cosas como les dije al principio…volvió a entrar, prendió la hornalla de la cocina y otra vez miró el fuego…

Seguía sin ser feliz. Una vez más lloró como una nena.

Este hombre la quería, ella a él también, ¿pero así? Edificando su felicidad sobre la infelicidad de tres personas más?

No. Ella no era así.

Así que esa noche, cuando él llegó, ella le planteó sus pensares...

Lloraron juntos. Tomaron una cerveza.

Se querían muchísimo… pero no podía ser.

Hubo una despedida programada donde no se despegaron ni un minuto, y de esa manera se dijeron adiós…

Aun ahora, cuando pasaron cinco años, él cada tanto la llama o la visita, son buenos amigos. Ella es firme en sus códigos, y no los viola… (aunque el quisiera violarlos a veces…jajajaja) pero la respeta y la quiere mucho… por eso no insiste más.

Sigue mal con su esposa, pero por una rara cuestión, no la deja, y prefiere seguir teniendo esa carita triste y bella que ella tanto quiso.

La gran mayoría dice no ser feliz, pero no toma la iniciativa de separarse. Dije la gran mayoría, no todos.

HAY HOMBRES QUE AL IGUAL QUE EL CHICO DE MI CUENTO, AUN CASADOS, VALEN LA PENA…Y MUCHO

Hasta la próxima…

1 comentario:

Xico Rocha dijo...

Mi princesa, lomás importante es vivir la vida, la cuestion de uno esta casado no lo quita la capacidad de sentir, y lo que siente uno es igual en los solteros y en los casados.
Saludos desde Brasil
Xico Rocha