miércoles, abril 16, 2008
HECHIZO
Amarte a ti me está prohibido
pues ya tienes un amor,
pero a tu vida entré yo,
poniendo en jaque tus sentidos.
No me puedes negar
estoy arraigada en tu corazón,
y hasta tu vida me quieres dar,
como prueba de tu pasión.
Si así sentimos nuestro amor,
sin habernos amado nunca,
el día que el destino te traiga,
nos fundiremos con locura.
Y lograré que mi nombre
resuene solo en tu mente,
y acompañado de mi dulce voz,
te dejaré un beso ardiente.
Y fundirnos en un abismo
de amor y sexo fatal,
para llegar al final,
y sentirme dentro de ti mismo.
Y que suspires muy profundo
mirando la noche de mis ojos,
olvidándote de ella,
dejando atrás los despojos.
Y abrirte a mi amor nuevo,
vital, hechicero,
dando la espalda al mundo
y gritándome 'YO TE QUIERO'.
sábado, abril 05, 2008
ANTICIPADA
Veo tu caminar erguido cual felino ve a su presa...
disimulo y sutileza, son aliados que conmigo,
se presentan justamente, cuando vas, cuando regresas,
y te cazan en la mente para amarte en lo escondido...
Veo tu caminar de espaldas devorando cada instante
y en tu geografía intrigante van muriendo mis neuronas,
voy paseándome en tus muslos cual si fuese un viejo amante
que recuerda aquellas noches que el presente no perdona.
Veo tu caminar de frente y aun mirándote los ojos
me entretengo dulcemente a suspirar divagaciones...
y me valgo de una charla para amarte a mis antojos
mientras sueño con tu boca... enredada en mis pasiones.
Qué me importa a fin de cuentas si me tienes anticipada,
si imagino que eres mío, si te llevo sin permiso...
y las horas que pasamos voy usando cual carnada...
Ya verás tarde o temprano que el destino siempre quiso
que llegado un día cualquiera del amor quizás cansado...
me permitas que te quiera... como yo de ti preciso.
EL MILAGRO QUE NO LLEGO
Uno siempre espera milagros,
definitivamente,
lo supe hoy que inútilmente
quise me tomes en cuenta.
¡Pobre de mí!,
un mal llamado ateo,
a la espera de un milagro
de aquel Dios en que no creo,
rendido,
descubriendo algo olvidado
y que late quizás vivo...
mi corazón.
Milagros...
¡cómo quisiera uno!,
¡aquí!, ¡ahora!, entre los dos,
bien lo sabe Dios
(aunque no lo pido)...
daría mucho más
que la fe de mil milagros
si me quedara contigo.
LA REINA
Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.
Pero tú eres la reina.
Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal,
nadie la alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas
la alfombra que no existe.
Y cuando asomas
suenan todos los ríos
en mi cuerpo, sacuden el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.
Sólo tú y yo, sólo tú y yo, amor mío,
lo escuchamos.
PABLO NERUDA
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